¿Cómo se divertían nuestros abuelos en Madrid?

Nuestros abuelos fueron los encargados de crear lo que hoy conocemos como juegos tradicionales, actividades que pasaron de generación en generación con el único objetivo de entretener desde los más pequeños hasta los adultos.

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Conoce cómo se lo pasaron nuestros abuelos de pequeños

La continuidad de estos juegos tradicionales le da un valor histórico y más a nuestros abuelos quienes sin tecnología, lograron pasar los mejores años de su vida disfrutando de muchos juegos en las calles, plazas y parques de Madrid.

Estos juegos se convirtieron en actividades lúdicas, que al ser practicados por varias generaciones dentro de una población, lograron ser parte de una matización social importante para el folclore y cultura de nuestro país, como las putas maduras.

Estos juegos se convirtieron en deportes muy autóctonos, forjando durante años una escuela histórica de entretenimiento entre los ciudadanos más adultos. Fueron la base sólida de las primeras relaciones sociales entre niños y adolescentes, cosa que hoy se suele lograr a través de los videojuegos y redes sociales.

Pero nuestros abuelos no contaban con esta tecnología, con internet, con ordenadores ni teléfonos inteligentes, así que lograron convertir las calles en sus patios de juegos, evadiendo así la vida sedentaria que suele enfermar a muchos jóvenes hoy en día.

En cierto punto estos juegos tradicionales creados por nuestros abuelos, lograron edificar de a poco lo que sería en ese entonces el desarrollo urbano,  dando a las generaciones venideras lo que se puede aprender a través de las actividades físicas, practicando y aprendiendo sobre la cultura y siendo esta la única manera de proteger el patrimonio cultural.

Ciertamente, no otorgamos una medalla de oro después de jugar al escondite y aún nadie ha sido declarado campeón oficial en el juego de la rayuela. Sin embargo, estos juegos tradicionales son tan sutiles como muchos deportes conocidos e incluso también tienen el sabor de los recuerdos de la infancia y el encanto de la convivencia libre.

Niños jugando en el agua

La sutileza de los juegos tradicionales

Los juegos tradicionales también combinan socios y oponentes, pero ofrecen un espectáculo más confuso pero más fácil de usar para los jugadores.

Juega para educar y compartir

El equilibrio ecológico se logra mejor jugando zorro-víbora-víbora que corriendo obstinadamente en un estadio o en el carril de una piscina.

Uno puede percibir mejor las reversiones de la alianza jugando al halcón y los peligros de la vida en un juego de escondite y la adrenalina de lanzar una pelota entre los mismos compañeros y contra otros que pertenecen a un lado opuesto.

No se trata aquí de denigrar los deportes, además de estar tan bien asentados en el panorama social que pueden apoyar las críticas. Se trata de rehabilitar los juegos tradicionales, la cual están en proceso de desaparición o en algunos lugares ni siquiera lograron experimentarse por los niños, porque uno los cree infantiles y no lo suficientemente sutiles.

Estos juegos suelen enseñarnos a respaldar nuestras emociones basadas en las reglas del juego, no contamos con un jefe definitivo, con un líder acérrimo, muchos de estos juegos son volátiles y nos obligan a adaptarnos según vaya desarrollándose y con esto vamos aprendiendo muchas lecciones que usaremos cuando seamos adultos

¿Quieres que tus hijos descubran los juegos tradicionales?

Escondite, saltar a la cuerda, tantos juegos que hicieron felices a nuestros abuelos en la escuela y durante las vacaciones. Aquí te presentamos los más populares.

El escondite, saltar a la cuerda y el un, dos, tres pajarito inglés se encuentran entre los más populares. Los nombres pueden cambiar según el país o la región, pero el principio básico sigue siendo el mismo en todas partes.

Estos juegos clásicos y simples no requieren accesorios muy complicados, por lo que es probable que siempre sean tan populares entre los más jóvenes. Finalmente, estos juegos promueven el desarrollo físico, intelectual y social de los niños porque les permiten hacer amigos fácilmente.

Escondite

Un niño cierra los ojos apoyado contra un árbol o contra una pared y cuenta un número previamente acordado por todos; cuando termina, advierte que está listo en voz alta y va a buscar a los otros niños que se habrán escondido durante el conteo.

Rayuela

Los niños dibujan con tiza en el suelo una sucesión de 10 cajas, cada una con un número del 1 al 10 o de 0 a 10, la caja 0 es la Tierra (salida) y la caja 10 el Cielo (llegada).

Carrera de sacos

Este juego de grupo requiere sobre todo un espacio libre de cualquier obstáculo porque las caídas son inevitables. Los niños se meten en sacos que sujetan de la cintura con las manos, después se colocan en línea recta y comienzan a avanzar saltando y sosteniendo su saco.

El juego de la bufanda

Este juego se opone a dos equipos compuestos por el mismo número de jugadores. A cada miembro de cada equipo se le asigna un número, donde cada jugador tendrá un corresponsal (el mismo número) en el equipo contrario.

Los dos equipos se enfrentan entre sí, dejando entre ellos una zona libre más o menos grande y cuyo ancho se ha decidido antes de todos.