El descenso folclórico del Nalón

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El descenso folclórico del Río Nalón se trata de una celebración lúdica donde los mismos participantes del descenso construyen flotas originales con las cuales deberán “navegar” a través del río Nalón. Esta festividad se lleva a cabo en la localidad de Pola De Laviana, durante el 3er o 4to fin de semana del mes de agosto, entre el día 19 y 25.

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Manera que se celebra el descenso folclórico del Nalón y cómo es el recorrido

Amigos, familiares y/o vecinos de distintos pueblos suelen juntarse con el propósito de construir embarcaciones inspiradas en temáticas bastante variadas, para luego ser la tripulación de las mismas, llegando incluso a ser más de 300 personas en ciertos casos.

El día del descenso, las naves se muestran inicialmente como carrozas, ya que forman parte de un desfile alrededor de la calle principal hasta llegar a la localidad vecina de Puente d’Arcu.

Cada tripulación anima el desfile de la forma que desee, ya sea con coreografías o mediante puestas en escena de acuerdo a la temática que escojan para su “carroza”. Al llegar a Puente d’Arcu, las naves dejan de ser carrozas y se convierten en embarcaciones, por lo que se da inicio al descenso como tal, pasando por debajo del arco del puente romano el cual le da nombre.

Aproximadamente un kilómetro y medio más abajo, está el puente de La Chalana, en el cual cada uno de los tripulantes deberá cantar “El Chalaneru”, una canción asturiana popular la cual habla acerca de la chalana, es decir, una pequeña barca pequeña.

Un descenso amenizado por música y canciones populares

El principal objetivo del descenso consiste en mantenerse a flote, intentando que la embarcación llegue al prado de la Chalana poco deteriorada, aunque no se trata de una labor sencilla, ya que la tripulación debe ayudar continuamente a la embarcación, la cual tiene que ser empujada y tirada de forma constante, debido a que en el río Nalón no hay mucho caudal y existen múltiples áreas rocosas, aparte de rápidos y algunas pozas.

De modo que es preciso navegar con sumo cuidado si se desea llegar tan entera como sea posible. En ciertos casos, varias embarcaciones llegan a desintegrarse cuando apenas inician el descenso, asimismo, otras se hunden progresivamente, sin embargo la mayor parte de ellas logra llegar hasta la meta estando prácticamente intactas.

Una tradición con varios años a sus espaldas

Tradicionalmente, el primer premio suele ser “La Sopera” y la Soperita en el caso de los niños. Aparte de la originalidad de cada embarcación y de que logre llegar hasta la meta estando más o menos íntegra, el vestuario de la tripulación, la escenografía, la comedia y la murga también son valoradas, al igual que el canto al pasar por la Chalana.

Esta tradición comenzó durante el verano del 68, cuando debido a las fiestas patronales, fue convocado un descenso por el Nalón para animar la celebración realizada en el prado de la Chalana. Participaron 20 personas y después se siguió celebrando cada año aumentando el número de asistentes, llegando a ser declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional.